La letra con sangre entra
Es el profesor que todo alumno desearía tener. Santiago Posteguillo da clases de lengua y literatura en la Universitat Jaume I de Valencia (España) y sus estudiantes se quedan embelesados ante sus métodos poco convencionales.
Con una trilogía de novelas históricas sobre Roma a sus espaldas, sus dos nuevas novelas se adentran en la trastienda de la vida de los escritores. La noche en que Frankenstein leyó el Quijote y La sangre de los libros, ambos editados por Planeta, se centran en aquellos hechos curiosos, truculentos o trágicos de la historia de la literatura que marcaron las obras de sus autores. No sabemos si es por morbo, pero los relatos didácticos novelados de sus libros captan la atención del lector desde la primera frase.
Le pedimos Posteguillo que nos enumerara los 5 hechos literarios más sangrientos:
1. El seppuku del León de Transvaal
“La titulé así por el término japonés correcto para harakiri y la novela perdida de Emilio Salgari. El italiano se suicidó con un puñal malayo porque no tenía dinero suficiente para poder pagar una vida decente a su familia al encontrarse vilmente explotado por sus editores. A parte, estaba enfermo de sífilis, que supongo que tampoco ayudaba.”
2. La muerte inexplicada de Edgar Allan Poe
“Todavía no sabemos de qué murió. Cuando aparece drogado, ebrio o enfermo en un parque de Baltimore, muere musitando el nombre: Reynolds, Reynolds, Reynolds... Nunca sabremos qué significa.”
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3. El duelo sobre la nieve blanca
“Pushkin muere en un duelo contra el oficial francés d’Anthès. El propio Pushkin había estado en 30 duelos. Estuvo en tantos que salieron en su obra, Eugenio Oneguin. Pero en el último murió desangrado por un tiro en el estómago.”
4. Un viaje interestelar del VIH
“Isaac Asimov, el genio de la ciencia ficción, murió de SIDA. Se contagió en una operación en Nueva York, mientras EUA y Francia se peleaban por un puñado de dólares o de francos. La pugna era por ver quién había descubierto el virus del VIH, si el Instituto Pasteur o el Dr. Gallo. En función de eso se decidía quién tenía derecho a cobrar el dinero de las patentes por las pruebas de su detección. Entretanto, se seguía operando en las mesas sin hacer ese test mientras moría gente inocente, entre ellos Asimov.”
5. Literatura en coma
“Es la historia de una escritora mexicana a la que le dicen que su hija está en coma y en peligro de muerte. Ella pregunta si la niña la oye y los médicos responden que no lo saben, pero que no hace daño que le hable. Entonces ella compone cada día un relato y se lo lee. Los relatos de Ángeles Mastretta sobre mujeres de ojos grandes hicieron que su hija despertara a los 37 días.”
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