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Los peores dates para un foodie

No te pierdas la columna semanal de "El Food Spy" y disfruta de sus recomendaciones
dom 11 septiembre 2016 10:11 PM
Foodies
Foodies (Shutterstock)

P F Changs
(Cortesía)

Seamos realistas, todos los hemos tenido, esas citas con un acercamiento "diferente" a la comida. Desde luego, hay de todo en este mundo, y toda dieta con X o Y restricciones tiene su lugar y –la mayoría– merecen respeto. Sin embargo, para un foodie existen algunas dates que son, definitivamente, dignas de olvidarse para el resto de la vida.

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Ahí te van mis tres peores:

Vegan@

Sí, está bien, hay gente que come cadáveres –como ellos les llaman- se les atora en el corazón, que los lacteos les hinchan y que el huevo les parece una aberración alimenticia y casi una interrupción ilegal de la vida. Todo eso por separado podría ser entendible, sin embargo, ¿todo junto? Caray, en qué menudo problema meten al chef y al pobre mesero que, con ganas de complacerlos, les ofrece unas verduritas al vapor y además –en muchos casos– se tiene que soplar el regaño del susodicho vegano por la falta de imaginación del mesero y porque "siempre le ofrecen verduras al vapor". De plano salir a cenar con un vegano es una experiencia ingrata.

Alérgic@

Acá otra categoría divertida, desde el alérgico a los mariscos, hasta el alérgico a la soya, pasando por el celiaco –alérgico al gluten–, el de los mariscos, el del queso de cabra, los bombones, ¡el ajonjolí! En fin, la verdad, pobrecitos de los alérgicos, que van desde una alergia inconveniente, hasta alergias que de verdad ponen en riesgo su vida. Siento su dolor, de verdad. Pero lo que no podemos negar es que, aunque la mayoría de restaurantes fine-dining te preguntan por tus alergias antes de mandarte un menú degustación o cualquier otra cosa, la cara de ¿what? que pone el pobre mesero cuando tu acompañante alérgico-hipocondriaco le suelta la letanía de alergias (“una comensal una vez sacó una tarjetita enmicada con 20 alergias”) me comentó un gran chef amigo mio, o peor, ya que llega el plato y empieza a preguntar “y el romero, ¿es orgánico?, ¿la pimienta es roja? Porque soy alérgico a la negra, etc.” Mi consejo, preguntale tu a tu date si tiene alergias y si te cita mas de dos… ¡cenen en su casa!

La dieta insensata

Hay más dietas que días del año, la del sol, la de la luna, la de la sangre, la del DNA, los detox, la paleolítica, la del kiwi, en fin. Pero, definitivamente, mi favorita como la peor dieta que puede acompañar a una cita es la de los pepinos y los sobres (mejor conocida como la del Hospital ABC). Esa dieta sí es un quitarrisas para cualquier restaurantero, foodie, mesero y todo lo que rodea la experiencia de comer. Imagínense la escena: llegas a un gran restaurante –que te costo mil trabajo reservar–, te dan tu mesa, te ofrecen drinks y tu date pide un agua mineral –hasta ahí no hay bronca-, y cuando ofrecen cartas dice “no gracias”, para luego en el momento que toman la orden dice “de primer tiempo me vas a traer por favor un plato con un pepino pelado y rebanado solo son sal y limón”, desde luego ya la cara del capitán –y la tuya– para este momento es de asombro, pero luego viene el remate final: “y de plato fuerte, mire me calienta por favor una taza y media de agua y me la pone este sobrecito –y sacan sigilosamente su sobre de polvo amarillo con pedacitos rojos que huelen bien feo, rematando con una sonrisa de “aquí no pasa nada”. El pobre mesero/capitán inocentemente le pregunta “¿va a comer postre?” Para este momento, el foodie solo pone una incómoda y forzada sonrisa. Si tú eres una de las víctimas de esta dieta, no salgas a comer a un restaurante. No seas cruel contigo mismo.

Nos vemos a la próxima, ¡o comamos!, pero bien.

El FoodSpy

Instagram: @el_foodspy

Mail: ElFoodSpy@gmail.com

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