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12 cosas que las mujeres quieren que sepamos sobre el sexo oral

Cosas que debes saber, que no debes volver a hacer y que puedes mejorar
jue 17 marzo 2016 09:53 AM
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Girls (Lena Dunham, 2012- ) - (Foto: Girls (Lena Dunham, 2012- ))

1. No hay razón para tener miedo de bajar. A estas alturas de la lucha feminista los hombres no deberíamos poner excusas, ni atemorizarnos ni sentirnos asqueados por el sexo oral. Todo va a estar bien, es algo bueno.

2. Preguntar si se siente bien cada 30 segundo distrae mucho. Hay que entender que muchas mujeres entran en un estado cercano a la meditación cuando nos posicionamos en el sur, algo difícil si estamos más preocupados de que nos respondan que de prestar atención. Si nos concentramos, sabremos cuando estamos haciendo algo que se siente bien. Todo es cuestión de desarrollar un poco nuestra percepción.

3. Usar todo el ancho de nuestra boca para comportarnos cual aspiradora industrial no ayuda al orgasmo femenino. No les hace sentir demasiado que su vagina entera sea succionada por un agujero negro, pese a nuestra motivación. Hay muchos rincones mágicos en el sur, dejemos de pensar en esa zona como una pelota que debe llenar nuestra boca si no queremos bajar en vano. 

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4. Lavarse la boca después no es una obligación, pero definitivamente es lo más educado. ¿Nosotros no queremos besar una cara llena de nuestro propio esperma, verdad? Ellas tampoco. 

5. Sólo porque se llame sexo oral no significa que no podamos incorporar elementos que no sean nuestra boca también. Pongámonos creativos en el sur. Si pasas un rato jugando con tu lengua y no ocurre nada especial, deja que los dedos entren a la fiesta. Más jugadores, mejor partido. 

6. Secretamente aman que les digamos cosas tan cursis como "Me encanta tu sabor" o "Tu vagina es preciosa" (cada quien que busque su alago, pero esa es la idea). Parte de la razón de que el sexo oral sea algo intimidante para ellas es que es un poco personal tener la cara de alguien en su parte del cuerpo más privada. Quitarles de la cabeza la idea de que nos pueda desagradar su aroma o forma ayuda a que alcancen el estado meditativo del que hablábamos antes.  

Leer: ¿En qué piensan las mexicanas cuando se masturban?

7. No huyamos el segundo después de que se vengan. Los orgamos femeninos son algo más largos. Cuando llegan, todas sus sensaciones se intensifican algo así como 1,000% (envidia, ¿verdad?). Démosles un minuto (o cinco) para disfrutar plenamente de lo mejor de ser mujer. 

8. Lamer y lamer como si se tratara de un helado no es precisamente lo más excitante para ellas. Cambiar continuamente hace que no se puedan concentrar en lo que estamos haciendo, pero quedarse en un sólo lugar sin cambiar de ritmo esperando que eventualmente tengan un orgasmo tampoco es la mejor opción. 

9. Si nos sentimos desesperados porque el orgasmo no llega, ahora sí es momento de levantar la mano y pedir indicaciones. La mayoría de mujeres no tienen problema con dar amables lecciones, saben desde la adolescencia la complejidad que las caracteriza frente a nuestra efectiva y feliciana simplicidad. Así que sin miedo, es algo que nos beneficiará a los dos. 

10. Demasiada presión no es sexy. Hay unas 8,000 terminaciones nerviosas sólo en la zona del clítoris, un número considerable si tenemos en cuenta que el pene tiene 4,000. Así que piensa que tienes que ejercer la mitad de presión que ejerces cuando te masturbas. Depende de cada mujer, pero generalmente es mejor poca presión que usar toda la fuerza de nuestra lengua. 

11. Igual que pasa con el sexo, aquí también existe la variedad de posturas. Hay muchas opciones, así que probemos algo nuevo. A todos nos cansó rápido el misionero, ¿no es cierto?

12. Nos va a tomar un rato lograrlo, esa es la verdad, así que pongámonos cómodos en el sur. No necesariamente el orgasmo femenino tarda más en llegar que el masculino, pero sí hay mucho factores –mentales y emocionales– que lo pueden prolongar. Así que paciencia, dejemos que se concentre, y si empezamos a tener dolor de cuello tomémonos un descanso para preguntar si hay algo que le gustaría que hiciéramos.  

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