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Los lugares más extraños en los que se ha grabado un disco

Un buen álbum requiere una buena grabación y estos lugares los dotaron de algo más que eso
mié 15 julio 2015 12:00 AM
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Majesties and Exiles, Dominique Tarlé, 1972 - Snap - (Foto: Majesties and Exiles, Dominique Tarlé, 1972 - Snap)

Parte de que algunos discos sean legendarios son las circunstancias en las que estos han sido grabados. Además de la resonancia, acústica o forma de la sala, creemos que de alguna forma el sentimiento que desprende el espacio afecta al proceso creativo de la banda en el momento de grabar. Por ese mismo motivo, eso se filtra a través de los micrófonos, aunque sea de forma casi etérea y espectral.

Hoy nos hemos dado la tarea de mostrarte los 6 estudios o disque estudios de grabación más extraños que han utilizado grupos de música para grabar esos álbumes. Aquí tienen nuestra lista de grabaciones particulares.

1. Una habitación del hospital Queen Charlotte

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John Lennon y Yoko Ono querían convertir su matrimonio en algo artístico y de eso precisamente trataba el álbum conceptual llamado Unfinished Music No. 2: Life With The Lions de 1969. Esta grabación fue realizada en el hospital Queen Charlotte de Londres, donde Yoko Ono estuvo ingresada debido a un aborto natural. Las cintas documentan los cuatro dias que estuvieron ambos en el hospital. La primera canción, No Bed for Beatle John, es una nota de periódico cantada por Ono en tono humorístico sobre cómo Lennon cedió su cama a un paciente que lo necesitaba. Las dos canciones que siguen reflejan la vida del bebé extinguiéndose trágicamente. Para ello grabaron su corazón apagándose y los dos minutos de silencio tras su muerte.

 

2. El sótano del château francés que fue cuartel general de la Gestapo nazi

El título Exile on Main St. (1972) no tiene la palabra "exilio" en vano. Los Rolling Stones tenían prohibida su entrada a Reino Unido por deudas e impuestos con el fisco británico. Por eso la banda se refugió en la mansión francesa que alquiló su guitarrista, Keith Richards, en la Costa Azul. La villa Nellcôte, usada como cuartel general por la Gestapo durante la Segunda Guerra Mundial, alojó a más de 70 personas y las sesiones de grabación allí eran totalmente caóticas. Si le sumamos las fiestas propias de rockeros con invitados de lujo como John Lennon, Gram Parsons o William Burroughs no nos extraña que los gendarmes franceses los echaran debido a los rumores de tráfico de estupefacientes que rodeaban la casa. Los detalles finales del disco se grabaron más ordenadamente en Los Ángeles.

 

3. El Grand Hotel de Ginebra

El album de Deep Purple que incluía la célebre Smoke on the Water, Machine Head (1973), iba a ser grabado en el casino de Montreux en Ginebra. Pero su techo fue incendiado por una bengala durante un concierto de Frank Zappa y frustró los planes de la banda. Tras tratar de grabar en un teatro llamado Pavillion y recibir quejas de los vecinos por el ruido, los Deep Purple acabaron grabando en el Grand Hotel de Ginebra. Para ello pusieron el equipo de grabación en una furgoneta aparcada fuera que estaba conectada por kilométricos cables al interior de una habitación. Los colchones les sirivieron como aislamiento. La banda ni siquiera pudo checar la grabación porque salir de la habitación significaba un esfuerzo demasiado grande. Aún así, su disco resultó ser una de las piezas clave en el desarrollo del heavy metal.

Leer: Las portadas más icónicas del rock

4. El barco Astoria

Pink Floyd se dedicó a experimentar en todos los sentidos como banda. Por eso no nos debería extrañar que grabasen su album A Momentary Lapse of Reason (1987), en una casa barco de 1911. Su dueño, el empresario Fred Karno, lo diseñó pqra que en su cubierta cupiera una orquesta de 90 músicos. Posteriormente, la embarcación fue comprada por David Gilmour para ser transformada en un estudio de grabación lleno de ventanales, opuesto a la mayoría de estudios que carecían de ellas. Aún así, el productor Bob Ezrin se quejó en una ocasión de las limitaciones técnicas derivadas del estrecho espacio, donde no cabían casi ni amplificadores.

 

 

5. Una mansión del siglo XVI

St. Catherine's Court era una enorme finca de le época de los Tudor cerca de Bath, Inglaterra. La actriz Jane Seymour la compró en 1984 para vivir pero dejó de vivir en los 90 debido a que tenía demasiado trabajo en los Estados Unidos. Fue entonces cuando se dedicó a alquilarla para el rodaje de películas y series. En 1996, la banda Radiohead le pidió el lugar para grabar su disco más famoso, Ok Computer, y la actriz accedió con la condición sine qua non de que alimentaran a su gato. La atmósfera del lugar se traslada en canciones como Let Down, grabada en un salón de baile a las 3 de la madrugada. Obviamente, el lugar cuenta con sus propias historias de fantasmas y los de Thom Yorke juran que las máquinas se apagaban sin razón alguna durante el proceso.

 

 

6. Una cabaña aislada en el bosque

Quizás en los últimos años el rock no ha tenido tantos ejemplos de excentricidad en grabaciones como el que protagonizó el músico Justin Vernon entre 2006 y 2007. Bajo el nombre Bon Iver ("buen invierno" en francés) grabó su ópera prima en una solitaria cabaña de Wisconsin. Abatido por una mononucleosis que lo tuvo en una cama durante tres meses, una separación amorosa y la disolución de su anterior banda (DeYarmond Edison), el músico se dedicó a experimentar solitariamente en este entorno. Nada convencido con el resultado, lo posteó en webs de streaming y logró impresionar a los medios especializados. Obviamente, la carrera Justin resurgió de sus cenizas con el resultado: el disco For You Emma, Forever Ago.  

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