Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Robert Smith se inspiró en Albert Camus para 'Killing an Arab'

Hace 38 años, The Cure edita su primer sencillo "Killing An Arab", un viaje sonoro salido de la hiperinspiración venida de autores como Albert Camus.
jue 02 febrero 2017 12:03 PM
Robert Smith y Camus
Robert Smith y Camus 'Killing in Arab'

¿Existe un extranjero universal? Mersault, el personaje más célebre de Albert Camus, lo es. Su escepticismo y su indolencia existencial pertenecían a una ciudadanía completamente ajena y huraña al mundo entero. Su total convencimiento de que el hombre es vil y desgraciado, el desinterés por sus actos y la falta de fe sobre su lugar exacto en el planeta, hicieron de él un hombre diferente. Incomprensible, jeroglífico y monstruoso o quizás humano, demasiado humano, para Mersault la ley sólo significaba un accidente.

Mersault liquida a un árabe que intentó asaltarlo en una playa de Argel y asume su condena sin resignación pero con frialdad aterradora ya que, como reflexiona en el paredón de los convictos, “todo el mundo sabe que la vida no vale la pena de ser vivida. En el fondo, no ignoraba que morir a los treinta años o a los setenta importa poco, pues, naturalmente, en ambos casos, otros hombres y otras mujeres vivían y así durante miles de años.”

La novela es L’Etranger (El extranjero) escrita en 1942, y 37 años después, en 1979, un Robert Smith iluminado por las obras de William Blake, Antonin Artaud, Charles Baudelaire y, por supuesto, Albert Camus, compone “Killing An Arab”, esa rola que exalta la rimbaudeana contemplación del mar y el sol, y transcribe el alucinante viaje a la conciencia de la fe perdida: I’m Alive and Dead/ I’m the Stranger/ Killing an Arab.

Publicidad

Probablemente, Robert Smith sospechaba que muy pocos iban a reconocer al personaje de Camus en su mítica canción, pero la búsqueda poética no fue en vano. Cada vez que escuchamos o coreamos “Killing An Arab” con The Cure, un curioso sentimiento de abandono o de renuncia impregna el temperamento, desde la idea sutil de que la vida y la muerte coexisten en el ansioso palpitar del corazón, esa víscera y metáfora donde el cuerpo se extingue y el alma permanece porque el árabe, en la depresiva voz de Robert Smith, únicamente es el símbolo de un suicidio inevitable.

Publicidad

Publicidad