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Anthony Bourdain no solo devoraba comida, también cine

Otra de las grandes pasiones de este personaje era ver películas de grandes directores, una influencia de su padre.
vie 08 junio 2018 09:58 AM
Anthony Bourdain
Anthony Bourdain Estrella del programa: Parts Unknown

El periodista gastronómico Anthony Bourdain, quien fue encontrado muerto este viernes en Francia, en un aparente suicidio por depresión, será recordado por su manera brutalmente honesta de hablar sobre comida y su peculiar punto de vista al explorar las principales capitales gastronómicas del mundo en sus distintos programas de televisión.

Sin embargo, su apetito por el cine era tan fuerte como el que tenía por experimentar nuevos sabores. “Viajar te cambia. Yo quería ver el mundo y quería que ese mundo fuera como en las películas”, escribió en el libro A Cook's Tour: Global Adventures in Extreme Cuisines, en donde narra cómo fue su experiencia al visitar una pulquería rural en México.

El conductor se consideraba gran fan de la filmografía de directores como Michelangelo Antonioni, Francois Truffaut, Akira Kurosawa, Federico Fellini, Jean-Luc Godard y John Cassavetes. Incluso, solía decir que era incapaz de entablar una conversación con alguien que no conociera a sus ídolos del cine.

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Su amor por el séptimo arte fue herencia de su padre, quien en las décadas de los 60 y 70 tuvo una tienda de cámaras en Nueva York. Creció viendo películas de Igman Bergman en su casa gracias a un proyector de su padre.

Anthony Bourdain
Famoso por su emisión Anthony Bourdain: Sin Reservas.

Ya que su vida era un constante tránsito, Bourdain consumía películas todo el tiempo. Buscaba permear esa pasión en su forma de hacer tele, pero se sentía encasillado y desgastado por no ofrecer nada más en términos de experiencia cinematográfica a sus seguidores: “En cada episodio visito un lugar, como mucho y me regreso”, confesó a Variety en 2014.

Entonces, tras el éxito de Anthony Bourdain: No Reservations, se reinventó.

El reciente Parts Unknown’s, ganador de tres premios Emmy , fue el show en el que su cinefilia resultó más visible. En el episodio donde hace un perfil del chef del restaurante Noma, en Copenhague, René Redzepi, le pidió a su equipo que se filmara, en términos estéticos, un tributo a la cinta The Tree of Life de Terrence Malick. Obligó a su equipo a realizar tomas y secuencias fuera de lo común en la televisión. Lo mismo hizo con capítulos como en el que explora la subcultura sexual de Tokio, creando un homenaje al cineasta Shinya Tsukamoto, o el de Los Ángeles, tributo al cine de Michael Mann.

https://youtu.be/OBbXXmQxJ-0Bourdain, quien reveló que sus películas favoritas eran In the Mood for Love, Apocalypse Now, Suspiria, The Tree of Life y The Friends of Eddie Coyle, era tan apasionado y honesto con el cine como lo era con la comida. No dudó el 4 de julio de 2017 en escribir en Twitter: “Fuck Baby Driver” porque la película le había parecido pretenciosa y muy predecible.

Y claro, Bourdain también tenía claro qué películas retrataban mejor el mundo de la gastronomía y el amor por la comida. De Ratatouille dijo que ésta capturó el amor por la comida de maneras en que muy pocas películas lo han hecho; de Eat Drink Man Woman reconoció la precisión de todos los detalles del mundo que retrata; Big Night le gustó por su capacidad para trasmitir el conflicto que enfrentan muchos chefs: son buenos pero su comida es subvalorada; Tempopo le pareció que enaltecía el fetichismo por la comida; y Babette’s Feast le fascinó que mostrara lo que significa el placer de sentarse en una mesa para beber vino y comer un suculento platillo.

Anthony Bourdain podía hablar tanto de cine, como de comida, porque las películas también eran su alimento.

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