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Leonardo Sbaraglia habla sobre su participación en 'Dolor y Gloria'

El actor argentino reflexiona sobre su papel en la película más íntima de Pedro Almodóvar.
mar 09 julio 2019 01:07 PM
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Leonardo Sbaraglia interpreta a Federico, y Antonio Banderas encarna a Salvador Mallo en la nueva película de Pedro Almodóvar. Foto cortesía.

Leonardo Sbaraglia, quien interpreta a Federico Delgado en Dolor y Gloria, reflexiona sobre convertirse en el más íntimo chico Almodóvar, pues este filme protagonizado por Antonio Banderas es la obra donde Pedro Almodóvar desnuda su propia historia. En ella el personaje principal, Salvador Mallo, es un cineasta quien reflexiona sobre las decisiones que ha tomado regresando a sus orígenes en un pueblo español y llevándonos hasta una de sus relaciones amorosas más significativas o la conglomeración de éstas, a través del personaje que encarna Sbaraglia.

Desde Argentina, Leo reflexiona sobre Dolor y Gloria, la amistad después del amor, el trabajo actoral y el peso de la figura materna, tema siempre presente en la filmografía del director español. La película actualmente está en cartelera en cines de México .

¿Sentiste presión por ser el nuevo chico Almodóvar?

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Ninguna. A esta altura es como hacerle una mancha más al tigre, diríamos en Argentina. Dolor y gloria me agarra en un momento en el que todo es agradecimiento y renovación. No sabía si tendría la posibilidad de trabajar con Pedro porque pasaban los años. Finalmente llegóy di lo mejor que tengo. Por suerte, quedó en el marco de una grandísima película, conmovedora y llena de momentos que movilizan al espectador.

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"Pain And Glory (Dolor Y Gloria/ Douleur et Gloire)" Red Carpet - The 72nd Annual Cannes Film Festival
Leonardo Sbaraglia, Antonio Banderas, Penelope Cruz y Pedro Almodovar en la premiere de 'Dolor y Gloria' en el Festival de Cannes el 17 de mayo. Foto por Andreas Rentz/Getty Images

¿Qué representa debutar con Almodóvar en su filme más íntimo?

Fue una virtud que jugó a favor de nosotros por esta transparencia, intimidad y elementos de tanta sensibilidad para él. Pedro se relacionó con nosotros desde un lugar de mucha contención, con pocas notas, pero precisas. Nos hizo imaginar a estos personajes que pertenecen a su vida y a sus metáforas. Hubo mucha humanidad. Fue una experiencia realmente hermosa, no por eso fácil ni simple, pero con mucha fluidez.

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La película plantea la amistad después del amor. ¿Te parece posible?

Depende de cada quién, pero la vida es larga y pienso que hay que creer en aquellas personas que fueron valiosas para uno en determinado momento de la vida. Hay que saber integrarlas en el todo, no separarlas. Digo integrar como sinónimo de continuar una amistad o generar algún tipo de encuentro que siempre es bienvenido.

En Dolor y gloria, la figura materna es fundamental. ¿Cómo marcó tu madre tu carrera

?

Ella y yo estamos muy unidos. Empezamos casi juntos, porque mi madre debutó más grande en esta profesión tenía 37 años. Entonces me legitimó la idea de ser actor y, a lo largo de estos años, mi vieja siempre fue cómplice y gran compañera en todo lo que significa esto para ambos. Hemos compartido muchas emociones.

¿Qué crees que sea lo más importante para ser buen actor?

La capacidad de no resistirse a lo que se debe representar. Un buen actor está dispuesto, desde lo personal, para ponerse en lugares incómodos y enfrentarse con situaciones que desafían sus creencias. Es una persona muy porosa con el mundo que lo rodea, sensible, entregada, con gran tacto y capacidad de observación para poder asumir identidades diferentes.

¿Has sentido incertidumbre sobre tu lugar en la actuación?

Es una profesión muy dura, siempre está presente la alternativa de ser otra cosa. Pero si uno concentra la atención en la formación y en el cultivo personal, el foco se pone en que realmente uno nunca para de aprender , de crecer, de saber. Eso me da un sentido vital y no un sentido de pérdida.

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