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El escultor Jorge Marín explica por qué el arte puede ser viral

La inauguración en el aeropuerto de Estambul de la muestra “La reconstrucción del ser” es el pretexto perfecto para conversar con el artista mexicano.
jue 10 octubre 2019 05:27 PM
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El escultor mexicano Jorge Marín.

Figuras humanas con inquietantes antifaces en posiciones que parecen desafiar la gravedad o alas de posibles ángeles monumentales frente a las cuales los espectadores se colocan y toman una foto para compartir en Instagram o Facebook, son algunos de los contenidos que usuarios cuelgan en redes sociales con las etiquetas #JorgeMarín, #Escultura o #AlasDeMéxico. ¿Qué piensa el creador de estas piezas sobre este fenómeno?

Al artista Jorge Marín (Uruapan, 1963), no le molesta que su arte navegue en las redes sociales hasta convertirse en viral. Platicamos con él sobre la reciente inauguración en el aeropuerto de Estambul de la muestra La reconstrucción del ser; cuatro piezas monumentales en bronce de las cuales, por cierto, ya hay imágenes circulando en Instagram.

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Jorge Marín, escultor mexicano.
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Esta muestra celebra la apertura de vuelos directos entre Estambul-Ciudad de México y Estambul-Cancún, de Turkish Airlines. Consiste en la intervención del espacio con las obras “Ángel en cuclillas IV”, “Equilibrista 90”, “El Tiempo” y una réplica de “Alas de México”, quizá la pieza más popular del artista, que en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México inauguró una tradición en la que los transeúntes se toman una fotografía frente a una escultura de alas monumentales; una acción que se ha replicado en Tel Aviv, Denver y Abu Dabi, entre otras ciudades en las que se ha exhibido la obra de Marín.

“Para mí es fundamental descubrir que mi obra podía comunicar algo a través de ella misma hacia el espectador, en ese vínculo que es muy rico entre mi obra, qué soy yo, y el espectador,” dice Jorge Marín al otro lado del teléfono y explica que por esta razón siempre ha buscado que su trabajo ocupe el espacio público.

Para este escultor de 56 años de edad, la interacción del espectador con su obra es vital. “Yo siempre he dicho que es un juego de espejos. Las personas ven una parte de sí mismas a través de la obra y a partir de ese punto creo que se genera una inquietud, que es lo que al final lo que más me emociona de estar bajo el poder de generar preguntas”.

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Esculturas monumentales de bronce integran la muestra.

Aclara que le gusta descubrir que las obras están navegando en redes sociales. Las nuevas tecnologías virtuales le parecen herramientas para tener acceso a las expresiones de diferentes partes del mundo y de culturas diversas. Incluso, piensa, que debería ser aún más fuerte su presencia en la difusión del arte. “Uno de los grandes beneficios es que enseña a pensar de una forma mucho más subjetiva en esta educación que tenemos tan pragmática, tan exacta de un mundo material. Tenemos sociedades muy complejas donde los temas tópicos de hoy requieren de una mentalidad mucho más flexible, mucho más empática con la naturaleza humana. Me da gusto que mi arte esté ahí en el diálogo público”.

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“Ángel en cuclillas IV”, “Equilibrista 90”, “El Tiempo” y “Alas de México” son las piezas que integran la muestra.

De vuelta en la exposición La reconstrucción del ser, Marín señala que las piezas ocupan un cruce de caminos donde transita un río de personas. A partir de ello una de sus motivaciones es mostrar un rostro del arte contemporáneo mexicano al mundo y, por otro lado, “hablar de temas que nos inquietan íntimamente a todos los seres humanos que tenemos un ser, un cuerpo y siempre estamos en ese proceso de construcción y de reconstrucción a partir de cosas aprendidas”.

Marín se prepara para una muestra en el Centro Cultural Tijuana. Adelantó que, en un espacio tan cercano a la frontera, abordará el tema de la migración con una intervención y un conservatorio sobre el tema. También se espera una exposición para el Museo del Carmen y proyecto para Líbano en su línea de proyección internacional. “Me tiembla la manos de emoción por que llegue 2020”.

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