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Te iniciamos en el mundo del puro paso a paso

Para un caballero hay pocos placeres tan grandes como sentir la potencia, la seducción, y el sabor del humo de un buen tabaco en la boca.
lun 13 marzo 2017 05:46 AM
Puro
Puro Nada como un buen habano

El gran escritor norteamericano Mark Twain escribió: "Si no puedo fumar puro en el Paraíso, no iré", y es que para un caballero hay pocos placeres tan grandes como sentir la potencia, la seducción, y el sabor del humo de un buen tabaco en la boca: disfrutar el deleite de contener, por un instante, ese “aire de eternidad”: esa sensación que sólo se logra fumando un buen puro.

Pero si aún no has vivido este deleite, aquí te damos algunas sugerencias básicas de cómo iniciarte en el mundo del puro.

¿Cómo escoger un puro?

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Lo primero que hay que saber es el tipo de puro que te gustará y eso solo se logra probando y experimentando: la sugerencia es empezar con puros medianos y de intensidad media también. Los puros se clasifican de acuerdo a su tamaño, grosor, origen, intensidad y si están hechos a máquina o a mano. Uno de los más grandes es el tamaño “Churchil” denominado así en honor a su fumador más famoso: el Primer Ministro inglés Winston Churchil.

Las otras medidas más comunes son: “Corona”, “Robusto” o “Panatela”, aunque hay muchas clasificaciones más como “Doble corona” “Torpedo” (denominado así por su forma ídem) o “Toro”. Hay más de 80 clasificaciones de puros, así que este es un buen comienzo.

Las partes de un puro y su “Frescura”

Todos los puros están confeccionados con 5 hojas de tabaco: tres en la que se denomina “tripa” o “relleno” del cigarro; una cuarta que es la que envuelve esta tripa y que se denomina “capote” y, finalmente la quinta que es llamada “capa”, que es la que forra el puro y es la más importante que tienes que observar al momento de escoger un puro por primera vez: ésta tiene que está suave al tacto, y sobre todo, no se tiene que sentir seca ni “crujir”. Esto es con lo que observarás la “frescura de un puro”.

Es importante destacar que para notar este “estado” de puro, o ideal es colocarlo entre tus dedos pulgar y el índice y rotarlo un poco cerca de tú oreja: si cruje y rompe un poco significa que está seco, así que no lo escojas. Otra cosa que percibirás ahí es su suavidad: si es casi acolchonada y suave: eso significa que está en su estado ideal de humedad y frescura.

Habano
Room101 Launch At Davidoff Madison Avenue

Conservación

No compres tus puros en el Sanborn's. Ni por internet. Y no es que discriminemos a la cadena de señor Slim, sino que parte básica de mantener un puro en buen estado y escogerlo de acuerdo a las características que dijimos anteriormente, es su conservación. Esta tiene que darse en cabinas que mantengan una temperatura y humedad constante. Las casas especializadas como Cigar Point, Delegados Cigar Bar o La Casa del Habano, aquí en la CDMX, cuentan con cabinas y cuartos especiales que mantienen la humedad entre 65% y 75% y una temperatura de 17 a 19 grados, que son las medidas ideales para los puros.

Y lo de pedirlos por internet tiene que ver con que la mejor forma de escoger un puro es tocándolo y sintiéndolo, para poder conocer su estado ideal de primera mano.

A mano o a máquina

Como su nombre o indica, los primeros son cigarros hechos “Totalmente a mano” de principio a fin: desde la tripa hasta la capa. Suelen ser los más artesanales mientras que los hechos a máquina son más industriales. Pero tanto los hechos a máquina o a mano se clasifican, ambos, por el tipo de tripa: que puede ser “corta” o “larga”.

En los primeros, la tripa se conforma por picadura corta, que es enrollada por las manos de un torcedor (nombre que recibe el que forma los puros) sobre la hoja de capote. El Torceador coloca las hojas en un molde de la forma y tamaño que se está torciendo: después se envuelve en la hoja final que es la “capa”, que también es la hoja fina de todas las hojas y la que dará al cigarro su “presencia”.

Estos Puros hechos a mano que llamamos de “tripa corta” suelen tener una muy buena relación precio - calidad.
En el caso de la “Tripa larga”, llevan el mismo proceso que los anteriores, con la diferencia que para la tripa se seleccionan las mejores hojas (más añejadas o de mejor calidad) que serán enrolladas enteras sobre el capote, y luego sobre la capa.

En este tipo de tripa son los puros denominados “Premium” y su calidad, al igual que su valor, es la más alta. Un cigarro torcido a mano con tripa larga quema más lento y parejo, tiene un tiraje superior y un sabor constante en todo el cigarro.

Habano
Room101 Launch At Davidoff Madison Avenue

Origen

Tal vez los más famosos sean los “Habanos” y muchas veces puedas escuchar que a puro se le dice, justamente: Habano: sin embargo esta denominación es exclusiva para los puros hechos en La Habana, Cuba: uno de los países más famosos por sus cigarros. De ahí son los famosos “Cohiba” unos de los cigarros más finos y elegantes que hay. Aunque también son famosas y de gran calidad otras marcas como Romeo y Julieta, Montecristo o H. Upman. Los Habanos ser los puros con más potencia y fortaleza en el sabor.

Otros puros famosos son los que se hacen en República Dominicana (Davidoff cultiva ahí sus mejores tabacos; y otra marca importante es Arturo Fuente o León Jimenez) que se caracterizan por ser más suaves y amigables a paladar.
Entre la intensidad de ambos países hay puros de excelente calidad hecho en Nicaragua, México (donde Casa Turrent suele hace puros de altísima calidad), Honduras, Brasil o El Salvador.

“El Golpe”

Seguro ya lo has escuchado, pero es fundamental que, al inciarte en el mundo del puro intentes, como haces cuando fumas cigarro: darle “le golpe”. ¡Con el puro, nunca lo hagas! El puro es ciento por ciento tabaco sin agregados químicos ni conservadores. Esto hace que sea mucho más fuerte que un cigarro. El deleite del puro viene de contener su humo en el paladar: dentro de la boca y después soltarlo poco a poco; no de inhalarlo y tenerlo en los pulmones como los cigarros.

Y ahora sí: comienza a fumar puro con estas indicaciones y dedícale un buen tiempo, recuerda esa primicia que hay entre los fumadores: “Fumar un puro es un ritual entre el fumador y su cigarro, que solo puede describir quien ha dedicado al menos 45 minutos a realizarlo”.

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