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El club donde los nazis bailaban

El mítico Clärchens Ballhaus es un lugar hechizante: ha sobrevivido tres guerras y se mantiene en pie. Este es el mejor lugar para bailar en la ciudad alemana.
vie 02 febrero 2018 12:51 PM
Clärchens Ballhaus
Clärchens Ballhaus Un lugar detenido en el tiempo (Foto: FB Clärchens Ballhaus)

Cuando contemplas la pista de baile del Clärchens Ballhaus, es factible imaginar miles de fantasmas de otros tiempos, bailando al compás de vals, y es que lo hechizante de este lugar –extraviado en la Auguststrasse del Mitte berlinés (Auguststrasse, 24)– es que conserva minuciosamente cada fragmento, cada espasmo, cada suspiro que alemanes (e invitados inesperados) han tomado a lo largo de más de 100 años.

Este salón de baile transpira nostalgia de los años de opulencia en la década de los 20. ¿Cuántas parejas se enamoraron en esta pista ? ¿Cuántos corazones rotos se movían al unísono del último latido? ¿Cuántos se agazapaban en un abrazo pensando en la inminente guerra? Este lugar ha sobrevivido dos Guerras Mundiales y la Guerra Fría.

la Spiegelsaal, la sala de los espejos
La Spiegelsaal, la sala de los espejos.
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Antes de que estallara la Primera Guerra Mundial, el hostelero Fritz Bühler dio con este edificio decimonónico para abrir en él su negocio, al que nombró con el diminutivo cariñoso como se refería a su amada esposa Clara. Aquí la gente iba a bailar y olvidarse de que el mundo se resquebrajaba allá fuera.

Pero aquí no impera la nostalgia, en sus muros sobresalta el júbilo y las ganas de sentirse vivo. Todos los días hay baile en este lugar. De todas las edades, los berlineses se deslizan por la pista, unos con mayor pericia que otros, pero todos con el mismo latido de corazón. Hay clases de salsa, de tango, de swing, vals , música pop, disco y jazz. Cada noche hay un baile distinto.

Clärchens Ballhaus
El mítico Clärchens Ballhaus tiene 103 años de haber abierto.

Estar aquí evoca una Alemania en la Segunda Guerra Mundial, por eso Quentin Tarantino filmó Bastardos sin gloria en este lugar. En sus paredes, las fotos prueban su resistencia al paso del tiempo. Son ilustraciones de la clase obrera alemana que han contemplado miles de destinos desaparecer.

Arriba, se encuentra la Spiegelsaal, la sala de los espejos, una sala fantasmal con espejos gigantes, pisos y paredes cubiertas por madera, donde el último jueves de cada mes se celebran las cenas temáticas Gipsy Restaurant.

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